“La
idea estratégica de unir, organizar y dividir al pueblo por el empleo de la
lucha armada, renunciando o despreciando la actividad que permita establecer un
mínimo de vanguardia o, lo que es lo mismo, de organización política,
constituye imponerse desde el comienzo una limitación suicida para el propio
desarrollo, bajo la amenaza de ser aislado y derrotado en la intención”.
Gustavo Rearte.
“Entre la sangre y el tiempo, prefiero el tiempo”.
Juan Perón.
Escribe: Alejandro Gonzalo García Garro.
Tiempos acelerados
Refiriéndose
a esta etapa histórica, el escritor Martín Caparrós escribió una vez: “el futuro era la justificación de todo lo
que hacíamos pero muchos teníamos la confusa sensación de que viviríamos para
siempre en un presente continuo, hecho de continuas marchas, contramarchas,
enfrentamientos, treguas, maniobras y triunfos”.
Y seguramente fue así para muchísimos militantes,
porque esta etapa del peronismo,
que va desde 1973 hasta el Golpe Militar del 76 se caracteriza por la increíble
cantidad de hechos que se suceden ininterrumpida y rápidamente, dando la
sensación, de que la política estaba “acelerada”.
Por
esta razón a continuación haremos una crónica que contiene los hechos y las
lecturas más relevantes, de carácter político e institucional que marcaron esos
tres vertiginosos años de la historia Argentina.
“Cámpora al gobierno, Perón
al Poder”
El
11 de Marzo de 1973 gana las elecciones por amplio margen la fórmula Cámpora –
Solano Lima. Cámpora asume la presidencia el día 25 de mayo de 1973 en el marco
de una gran manifestación popular que impide el desfile protocolar de las
Fuerzas Armadas. “Cámpora al gobierno, Perón al Poder” marcó el cambio
favorable en las relaciones de fuerzas existente en el país, que se había
gestado durante largos años de opresión y resistencia, devolviéndole el poder
al pueblo, para sostener la política peronista bajo la consigna
"Liberación o Dependencia".
Representativas
del momento histórico fueron las palabras de Cámpora, en el cierre de su
campaña electoral, quien en su último discurso dijo: “...somos un Movimiento con raigambre y con futuro, pensamos en esa
niñez maravillosa. Queremos entregarle una patria altiva, grande, digna y
justa. Esa señal de victoria será entregada en las urnas. Que nadie se oponga
al triunfo del Pueblo”.
Ezeiza y los enfrentamientos
dentro del peronismo
Ya
en el Gobierno, Cámpora y su comitiva viajan a España para acompañar a Perón en
su regreso definitivo al país.
Una
muchedumbre nunca vista se congrega en Ezeiza para recibir al General: era el
20 de Junio de 1973. Se producen enfrentamientos armados entre distintas
fracciones, con muertos y heridos. El peronismo tenía una interna irresuelta,
si así lo podemos definir, que en definitiva sólo fue funcional a los enemigos
del pueblo.
Sobre
los motivos reales de lo sucedido aquel 20 de junio y del proceso interno
desatado dentro del peronismo se han escrito muchas líneas de tinta y demasiadas
teorías. ¿Habrá sido por protagonismo, por visiones políticas distintas, por la
inexperiencia y la incomprensión de los tiempos políticos, por el accionar
criminal de sectores de la denominada derecha peronista, para evitar el comienzo
de la ejecución de un plan sistemático que se puso de manifiesto en el golpe
del 76, por espacios de poder, etc.?
Son
todas cuestiones aún sujetas a polémicas y encendías discusiones pero que, en
definitiva, consideramos inoportuno traer a colación en este breve relato del
peronismo.
Concluimos
esto no sin antes aclarar que para la lectura actual de un militante peronista
sólo debe quedar la enseñanza que a las violentas divisiones internas de los
movimientos populares las sufre siempre el pueblo y son el camino a las peores
tragedias colectivas.
Perón vuelve al gobierno
Después
de toda una historia de desencuentros, Juan Perón vuelve, para no irse más, a
la patria. Era un hombre que venía del
otro extremo del océano, él mismo decía que venía “con el corazón abierto a una sensibilidad patriótica que sólo la
larga ausencia y la distancia pueden avivar hasta su punto más álgido”.
Como
si fuera una mera formalidad Cámpora y Solano Lima firman sus renuncias como
gobernantes diciendo: "Devolvemos a
Perón el mandato que nos dio el 11 de Marzo". Debe asumir el gobierno
R. Lastiri (yerno de el ex comisario López Rega), presidente de la Cámara de Diputados.
Se
convoca a elecciones, en cumplimiento de la acefalia presidencial, el 23 de septiembre,
las que gana ampliamente por el 61,85%. El porcentaje de votos más aplastante a
favor de un candidato presidencial en la historia democrática argentina. La
fórmula era Perón – Maria Estela de Perón, su esposa. Asume su tercera
presidencia el 12 de Octubre de 1973.
Durante
el año que estuvo a cargo de la presidencia, su política económica, al igual
que en el primer peronismo apostó a la obra pública como estrategia para
combatir el desempleo. Fiel a su concepción de la Tercera Posición que no
aceptaba imposiciones del imperialismo firmó tratados y convenios con la Unión Soviética ,
Cuba, China, España, Hungría.
Lanza
el Plan Trienal de Gobierno, un gran proyecto de expansión nacional que aspira
al crecimiento económico y el desarrollo industrial. En ésta época se aumentan
los salarios y se reduce la deuda externa y la dependencia con los sectores del
capital internacional.
En
cuanto a su política dentro del propio movimiento peronista buscó fortalecer la
doctrina del Justicialismo. Para ello implementó los "Cursos de Doctrina
Justicialista". Consideraba que era la etapa dogmática de la Revolución
Peronista.
El peronismo y la revolución en paz
Todas
las lecturas políticas que se realizan sobre esta etapa histórica hacen
hincapié en las distintas visiones sobre la estrategia política general para la
coyuntura. De que modo se podía conciliar la revolución peronista con la
situación continental y las presiones de la oligarquía y los Estados Unidos era
la cuestión que dividió al movimiento en visiones que, en gran medida,
devinieron en antagónicas.
Las
condiciones políticas, en especial la situación en Latinoamérica distaban mucho
de ser lo que eran al principio de la década de los 70. Del mismo modo, la
profundidad y dimensión de la contraofensiva imperialista en el continente
alcanzaban una magnitud nunca vista en nuestra historia.
Como
encarar, desde nuestro movimiento, las enormes amenazas fue el gran tema
irresuelto de aquella etapa histórica, porque ninguna de las posibles
soluciones, tras la muerte de Perón, pudo estar a la altura de las necesidades
de nuestro pueblo.
Una
anécdota histórica del mismísimo Perón, escrita por Ricardo Brizuela, sintetiza
y explica la visión de nuestro Líder sobre los días que sobrevendrían a su
muerte y como los mismos debían enfrentarse:
“...El general Domingo Perón se había reunido con dirigentes de organizaciones
de la Juventud
Peronista con los que dialogó. Durante el encuentro, el viejo
líder dejó entrever muy claramente cuál era la tendencia para los gobiernos de
América Latina y, al mismo tiempo, desnudaba las características del propio
drama argentino. Perón dijo: “Hay algunos que se apuran y no comprenden que hay
que andar con cuidado. Los otros días me encontré con unos muchachos que me
dijeron que hay que hacer esto, y esto otro; y yo les dije: “ustedes quieren
hacer igual que Allende en Chile, y miren cómo le va a Allende...” ¡Hay que
andar con calma! ...¡Cuidado con eso! Porque la reacción interna, y apoyada
desde afuera, es sumamente poderosa... Y aquí todavía hay tipos que están
mirando por debajo de las rejas de los cuarteles para ver cuándo pueden salir.
Y a ese intento hay que oponerle un poder político muy cohesionado y sólido. De
manera de evitar caer de nuevo en todo lo que hemos pasado en estos dieciocho
años. De modo que este rabo está por desollarse todavía. No nos hagamos
ilusiones: ya demasiado se ha hecho hasta alcanzar esto. Cualquier otro modo
quien sabe si nos hubiese podido salvar de la misma manera que nos ha salvado
este. Los ingredientes de la revolución son siempre dos: sangre y tiempo; si se
emplea mucho tiempo se ahorra sangre. Pero siempre es una lucha. Nosotros
preferimos usar el tiempo, no gastar sangre inútilmente”.
El adiós al líder
Un
gran problema se avecinaba a los argentinos: la salud y la existencia misma del
líder. Perón se hallaba debilitado, ya no tenía fuerzas para continuar en el
gobierno por lo que el 29 de Junio de 1974, delegó el poder en la Vicepresidenta.
Los
Comandantes Generales de las tres Armas afirman su respaldo a los preceptos
constitucionales y las normas legales en vigencia. Los mismos sostienen todos
los partidos políticos con representación parlamentaria.
El
1º de julio del mismo año, Perón muere en la Residencia de Olivos,
tenía 78 años. Asume la
Presidencia su esposa, Vicepresidenta de la Nación , María Estela
Martínez de Perón, que todos conocerán como "Isabelita".
Enemigo al acecho
Más
que motivados por la muerte de Perón, las presiones de los sectores golpistas
de la oligarquía no cesaban, muchas veces encontrando facilitada su labor por
las divisiones internas del movimiento que servían de excusa perfecta para
avanzar en la escalera represiva.
No
por casualidad, en aquellos días también suben los precios de combustibles,
(crisis energética mundial) las tarifas de electricidad, gas, transporte y
comienza el desabastecimiento, sube también el costo de vida en general. Naturalmente,
se deprecian los salarios.
Esto,
sumado a una serie de hechos políticos violentos comienza a crear un clima conflictivo
en el país. Cabe señalar que gran parte de las organizaciones armadas que
habían resistido la dictadura militar no se decidían a deponer las armas y
sumarse al gobierno democrático. Sectores de la sociedad civil comenzaban a
militarizarse. En el aspecto social se respiraba un clima revolucionario, que
estaba encarnado en la misma Juventud Peronista, ya bajo la conducción de
Montoneros y las distintas organizaciones revolucionarias.
Prólogo al Golpe Genocida
Sin
Perón, no había nadie con pudiera conducir a las fuerzas en pugna dentro del
movimiento. Tras su muerte se precipitaron todos los problemas contenidos por
su sola presencia. Su mujer poco y nada podía hacer, para peor, detrás de su
débil figura se acrecentaba la sombra del siniestro José López Rega, jefe de la
criminal Triple A (Alianza Anticomunista Argentina). Poco durará Isabelita en
el Poder.
Desde
la muerte de nuestro líder, en junio de 1974, su viuda gobernó en un clima de
violencia generado, en parte, por las luchas internas de propio peronismo pero
capitalizado por quienes apostaban al golpe militar por venir.
A
la par de la acción de las organizaciones armadas aumentó el terrorismo
paraestatal de la Triple A.
Para peor, comenzó el llamado Operativo Independencia del Ejercito Argentino en
los montes tucumanos para combatir la guerrilla; estalla el llamado
"Rodrigazo" (impuestazo y devaluación), aumenta la cotización del
dólar, aumentan los combustibles, los transportes. Un panorama negro.
La
CGT realiza paros repudiando la política económica. Se produce una crisis
militar, y considerando débil a la presidenta de la Nación , se sublevan
efectivos de la Fuerza
Aérea de Morón, produciéndose enfrentamientos armados que
dejan como saldo decenas de muertos.
El
24 de Marzo de 1976, Isabelita es detenida por orden de la Junta de Comandantes
Generales de las Fuerzas Armadas iniciando así el llamado "Proceso de
Reorganización Nacional". Y de esta manera el peronismo junto con amplios
sectores del pueblo argentino entrará en esa larga noche de horror hasta la
recuperación de la
Democracia en 1983.
El último mensaje de Perón
Como
texto de lectura y reflexión para esta etapa hemos elegido un documento del
General Perón: “El modelo Argentino para el proyecto nacional”
El
Modelo Argentino para el Proyecto Nacional es la obra póstuma de Juan Domingo
Perón. Escrita en 1974, en los meses previos a su desaparición física,
sintetiza, por lo tanto la última actualización de su pensamiento y de su
doctrina. Este Modelo Argentino nos muestra la lucidez del Líder en lo que es
considerado uno de sus mejores escritos políticos y doctrinarios. Tal vez este
documento, este largo documento, podría decirse, es la herencia política de
Perón.
Hemos
seleccionado para este apunte algunos párrafos que muestran su visión del
mundo, anticipando el fenómeno que hoy se denomina globalización, su idea de
Patria Grande en una Latinoamérica integrada, sus inquietudes por el tema
ecológico y los recursos naturales, como así también el concepto de “Democracia
Social”. Este “Modelo Argentino para el proyecto nacional”, fue leído por el
General Perón ante el Congreso de la
Nación el día 1 de mayo de 1974:
“Se
percibe ya con firmeza que la sociedad mundial se orienta hacia un
Universalismo que, a pocas décadas del presente, nos puede conducir a formas
integradas, tanto en el orden económico como en el político.
La
integración social del hombre en la tierra será un proceso paralelo, par lo
cual es necesaria una firme y efectiva unión de todos los trabajadores del
mundo, dada por el hecho de serlo y por lo que ellos representan en la vida de
los pueblos.
La
integración económica podrá realizarse cuando los imperialismos tomen debida
conciencia de que han entrado en una nueva etapa de su accionar histórico, y
que servirán mejor al mundo en su conjunto y a ellos mismos, en la medida en
que contribuyan a concebir y accionar a la sociedad mundial como un sistema,
cuyo único objetivo resida en lograr la realización del hombre en plenitud,
dentro de esa sociedad mundial.
La
integración política brindará el margen de seguridad necesario para el
cumplimiento de las metas sociales, económicas, científico-tecnológicas y de
medio ambiente, al servicio de la sociedad mundial.
El
itinerario es inexorable y tenemos que prepararnos para recorrerlo. Y aunque
ello parezca contradictorio, tal evento nos exige desarrollar desde ya un
profundo nacionalismo cultural como única manera de fortificar el ser nacional,
para preservarlo con individualidad propia en las etapas que se avecinan.
El
mundo en su conjunto no podrá constituir un sistema, sin que a su vez estén
integrados los países en procesos paralelos. Mientras se realice el proceso
universalista, existen dos únicas alternativas para nuestros países:
neocolonialismo o liberación.
La
pertinacia en levantar fronteras ideológicas no hace sino demorar el proceso y
aumentar el costo de construcción de la sociedad mundial.
Para
construir la sociedad mundial, la etapa del continentalismo configura una
transición necesaria. Los países han de unirse progresivamente sobre la base de
la vecindad geográfica y sin imperialismos locales y pequeños. Esta es la
concepción de la Argentina
para Latinoamérica: justa, abierta, generosa, y sobre todas las cosas, sincera.
A
niveles nacionales, nadie puede realizarse en un país que no se realiza. De la
misma manera, a nivel continental, ningún país podrá realizarse en un
continente que no se realice. Latinoamérica es de los latinoamericanos. Tenemos
una historia tras de nosotros. La historia del futuro no nos perdonaría el
haber dejado de ser fieles a ella.”
La
lucha por la liberación es, en gran medida, lucha también por los Recursos
naturales y la preservación ecológica, y en ella estamos empeñados. Los pueblos
del Tercer Mundo albergan las grandes reservas de materias primas,
particularmente las agotables. Pasó la época en que podían tomarse riquezas por
la fuerza, con el argumento de la lucha política entre países o entre
ideologías.
El
modelo Argentino precisa la naturaleza de la democracia a la cual aspiramos,
concibiendo a nuestra Argentina como una democracia plena de justicia
social. Y en consecuencia, concibe al Gobierno con la forma representativa,
republicana, federal y social. Social por su forma de ser, por sus objetivos y
por su estilo de funcionamiento.”
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